14/6/09

We were like monsters...

a veces no nos contemplamos como somos en realidad, es correcto que sólo vemos lo que queremos, un poco trillado eh?, pero cuando se esta mal saber reconocerlo es el primer paso. Hooy me siento pésimo querido Blog, lo peor de todo es que no avanzo cada vez me siento peor, pero quien sabe tal vez es sólo un camino rocoso y dificil de recorrer.

Ojala les guste, la escribi un poco a la rapida...
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Después de varias vueltas, largas caminatas, con mi botella de whisky, llegué hasta un callejón, sin salida alguna, al parecer. No imagine encontrarme con algo así en mi vida.
Tan sigiloso como una serpiente pero tan enorme como oso, qué era aquello que en la penumbra se dibujaba misteriosamente, tenía miedo. ¿O no? Si no era miedo sino que curiosidad, porque si mis pies avanzaban mi cuerpo seguía instintivamente en dirección a la silueta eso podría inclusive llamarse suicidio, quién sabe qué clase de ser era aquél y cuán peligroso podría ser. No se movía pero si se escuchaban gemidos, pero por qué, este animal o lo que fuere, provocaba esos sonidos casi de sufrimiento y dolor – qué…quién eres…– Nada. No decía nada, asumí que no tenía cuerdas vocales, pero insistí y me acerqué.
Vaya… de cerca era totalmente diferente, estaba cubierto con un brillante y suave pelaje sus ojos eran azules como siberiano que era esta criatura que a la lejanía perverso y furioso reflejaba a su entorno pero cercano se convertía en un ser indefenso. Poco a poco acaricie su pelaje, mientras él, sumiso, permitía que lo hiciere, su aquejo era menor ahora incluso su pecho se prestaba en caricias. Era increíble, extraña pero preciosa, a vista de cualquier otro ser humano seria una total aberración, en cambio yo ya lo amaba.
Inconsciente, es lo último que recuerdo, tal vez a causa del alcohol, con mucho dolor en mi cuerpo, sentía como si hubiese caído de un enorme peñasco. Qué hacía en mi habitación precisamente en mi sofá con mi botella que ayer me acompañó en mi larga travesía, difícil me era recordar precisamente cómo es que llegué hasta mi hogar, inclusive si es que salí de aquí en toda la noche pero… ¡no! No podía ser esto, aquel acontecimiento ocurrió, este ser qué era... tan diferente, tan real y que palpé con mis propias manos. Mi cabeza estaba aturdida.
El largo e inútil día se llevo mis pobres y burdas reflexiones hasta llegar la noche cual como era de costumbre me cobijaba con su oscuridad y una buena botella de scotch. Se escucharon ruidos. Golpes en mi puerta, no eran golpes comunes sino que eran casi arañazos, despacio y con la mente dando vueltas me atreví a llegar a mi portal.
Su rostro oscuro, quieto con la expresión callada y fija, me era difícil de reconocer pero era, aquella ¡amada mía! Una gran parte de mi subconsciente sabía que volvería y todo sería como lo planificamos una hermosa noche de verano. Todo estaba demasiado oscuro, con suerte distinguía sus cabellos dorados, me lancé a abrazarla… pero algo malo y putrefacto detecté, su cuerpo no era el mismo, estaba tan quieta… Tiesa, un roble. Y su cabeza, algo invisible escondido en la penumbra la sostenía, ¡qué estaba sucediendo! Por qué su cuerpo estaba empapado en… en… sangre, su corazón no latía su hermosura no podía contemplar, su ser se había consumido, apagado. Aquello que sujetaba a mi amada avanzó a travesando mi portal aun sujetando su fino cuerpo, al retroceder, con mi rostro perplejo, tropecé con una botella que se encontraba en el suelo, de pronto su cara se volvió nítida, ¡TU, Eras real, yo lo sabía! ¡Por qué has herido a mi amada!, mis sollozos se transformaron en silencio, quería una respuesta, ¡debía obtenerla!
-¡Ezta ez la razón por la que irrumpez mi morada, ezta ez por la cual bebez de mi, dejaoz ya, he acabado con tuz penuriaz y ahora ez tu turno de acabar con laz miaz!

Su voz era de ultratumba con un extraño acento. Su imagen difería del ser sumiso que acaricié la noche anterior, su rostro perverso, tosco, pelaje erizado, era una bestia enorme de dos metros de altura, Dándome su sentencia final. Con mi Annette en sus manos, arrojándola al suelo, mi amada, yacía desecha.
Su presencia se retiró, con sus pasos retumbando en mis oídos. Fuera de todo pensamiento mi dolor era tan fuerte, inexplicable.
Perdón Annette, nunca quise, nunca… no fui yo… aquel ser… Como al unir una cuerda, un circuito, un enlace todo encajó perfectamente.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

wow cata...gran imaginacion ..muy buena tu situacion :P
respecto a mi blog..lo e tenido algo avandonado..ahora volvere a escrivir

-·=»‡«=·-Agathocles-·=»‡«=·- dijo...

Gran vuelta, como siempre quedo sin palabras al leer , me recuerdas viejas y nuevas emociones... espero leerte pronto, cuidate mucho.

Amethyst dijo...

gracias !!! ^^

Lothar_Daisuke dijo...

muy bueno!!! faltan algunos detalles de redacción, pero no son más que eso... detalles...

te felicito Ame, por la historia y por volver a escribir

nos vemos

Lothar